martes, 15 de julio de 2014

La senda de ocho caras y las cuatro Verdades Nobles.

Lenguaje Perfecto: Se caracteriza por sabiduría y bondad; y por lo tanto, incorrupto por  mentiras, calumnias, habladurías y murmuración ociosa.
Acción Perfecta: Es el acatamiento de los cinco preceptos para abstenerse de distintas formas del mal y el cultivo positivo de las virtudes en su lugar.
Perfecta forma de Vida: Es tener una ocupación pacífica y digna, que no cause daño  ni injusticias a ningún ser viviente. Los tabús tradicionales para el seglar incluyen tráfico de armas, esclavos, ganado para matanza, bebidas intoxicantes y venenos. Vida equivocada también se relaciona con engaño, traición y truculencia.
Esfuerzo Perfecto: Es el rechazo a las cualidades indignas y el cultivo de cualidades digas para obtener las Diez Perfecciones (Dasa Paramita).
Cualidad Mental Perfecta: Es la conciencia constante del cuerpo, los sentimientos, la mente y las ideas para obtener percepción directa de las cosas tal como son de verdad, una actitud mental donde el conocimiento intuitivo reemplaza al intelecto puro.
Concentración Perfecta: Es desarrollar la percepción a través del entendimiento de que todo es Impermanente (Anicca), Insatisfactorio (Dukkha) e Irreal (Anatta), eliminando los cinco obstáculos (Nivarana).
Entendimiento Perfecto: Es ver la vida tal como es, con sus tres características de anicca, dukkha y anatta, la ley moral de causa (kamma), el conjunto de cuatro elementos, las cuatro Verdades Nobles y las "Doce Nidanas" (Doctrina de Origen Dependiente).
Pensamiento Perfecto: Es tener una mente que esté libre de raga (codicia), vyapada (malicia), vihimsa (crueldad), y otros por el estilo.

S.V: 420ff.

La cuatro Verdades Nobles:
La verdad absoluta del Dhamma consiste en:

Dukkha: La primera verdad noble de la insatisfacción o sufrimiento de la existencia humana;
Samudaya: La segunda verdad noble de la causa de esta insatisfacción;
Mrodha: La tercera verdad noble de la cesación de esta insatisfacción; y
Magga: La cuarta verdad noble de la senda conductora a la cesación de esta insatisfacción.

Majjhima Nikaya  III: 251-2.

martes, 8 de julio de 2014

La Rectitud.

No solo por medio de la moralidad y observancia religiosa, ni por gran entrenamiento, ni por obtenciones en la meditación, ni por vivir solitario, ni por pensar o disfrutar felicidad espiritual, que la gente ordinaria no sabe que una persona obtiene paz, si él no ha conseguido la eliminación de pensamientos influyentes.
Él no es un dirigente porque tiene cabello blanco. Aquél en el que hay verdad, no-violencia, restricción y auto-control, es un dirigente.
Él no es un hombre estudiado por virtud de mucho hablar.
Él, que es paciente y sin miedo será llamado estudiado.
Él no es noble si le hace daño a criaturas vivas. Es por la no-violencia a todas las formas de vida, que uno es llamado noble.
¿Cómo puede un hombre lleno de deseos y avaricias ser un hombre religioso? Un hombre que ha apartado todas las malas acciones, grandes o pequeñas, puede ser llamado un hombre religioso.
Él no es el portador de las enseñanzas porque habla mucho, pero aquél que haya experimentado la verdad en persona, aunque haya estudiado poco, él es, de veras, maestro de las enseñanzas.
No es correcto decidir un caso sin la consideración, tanto a favor como en contra, y llega a su decisión con la consideración debida, este hombre discriminador que se mantiene en la verdad, él es quien será llamado correcto.

¿Pequeña reflexión?

Aunque Confucio dijo: "Yo por mi parte, aún no he visto nunca a alguien al que realmente le importe el bien, ni alguien que realmente deteste lo perverso. Alguien a quien realmente le importe el bien, no dejaría preceder cualquier otra consideración. Alguien que deteste lo perverso, estaría constantemente haciendo el bien, de manera que lo perverso no tendría oportunidad de acercársele. ¿Alguien, alguna vez, ha sido capaz de hacer el bien con toda su fuerza  en el espacio de un sólo día? Creo que no. Y yo, por mi parte, nunca he visto a alguien abandonar un intento así, debido a que no tenía a fuerza para seguir." 

¿Conocen a alguien?

lunes, 7 de julio de 2014

Yo no creo, yo sé.

Creer no significa saber sino más bien no estar seguro, es decir: dudar. Todo aquello de lo que no podemos tener certeza es solo una creencia. Es igual al decir que no hay explicación posible para los que no creen y no hay que dar explicaciones a los creyentes.
Somos nosotros quienes debemos elegir y dirigir nuestro propio destino con nuestras acciones, pero no desde la ignorancia y la irresponsabilidad; por eso, en la dimensión espiritual de lo único que podemos tener certeza es de lo que podamos experimentar nosotros mismos, de ahí viene que las conductas determinan las tendencias y estas tendencias determinan los destinos.
El decir que sabemos algo nos da más fuerza de palabra, de actitud y de confianza en uno mismo, de igual manera podemos detectar palabras que solo reflejan cuando una persona quiere sobresalir en una charla donde el punto de partida no tiene sentido común. Donde una oración expresada es una metáfora sin sentido alguno que solo genera reflexión en un mundo al revés. 
Somos seres de naturaleza dual: animal y divina, con la posibilidad de encontrar la luz en la propia oscuridad. Sabemos lo que nos gusta y lo que no nos gusta, puede que sepamos lo que se nos ha dicho con respecto a lo que debemos y a lo que no debemos, pero sobre lo que no tenemos la menor idea es acerca de lo que realmente necesitamos. Podemos concluir que en un ambiente dónde solo hay motivaciones para la superación material, no hay otro camino (en lo personal) sino para la comodidad, el conformismo y la mediocridad moral. Nos hemos acondicionado para evadir toda fuente de conflicto, de desagrado y displacer; y se nos ha anestesiado de manera tal que vivimos en la extrañeza de nuestra realidad interior. Lo cierto es que, este es el mundo en el que vivimos y cada día se encuentra más enfermo y mas degenerado. Por eso... yo sé que el aspecto espiritual es muy superior al material. Solo el espíritu, es decir, la persona misma, puede llevar a cabo modificaciones. Dicho de forma aun más clara, cada uno de nosotros posee un poder inmenso, que solo es necesario poner el práctica para dar giros positivos en la vida diaria.