En un mundo lleno de diversidades, me encuentro en una
realidad extraña, extraña en el sentido de la vida que he tenido y posiblemente
tendré, por lo que he pasado desde entonces.
Forjando emociones, abriendo y cerrando puertas, recordando
pasado, proyectando un futuro incierto pero no imposible… Muchas cosas diría yo.
A la final dándome cuenta de quién soy y quiénes son los que
me rodean…
Me sorprende hasta donde pueden llegar mis emociones y como
una sola cosa puede descontrolar un ambiente aparentemente estable.
En
su totalidad todos alguna vez usamos una máscara para ocultar quienes somos,
para que la gente no se dé cuenta de lo que en realidad sentimos y terminamos
haciéndonos un daño…Aunque por muy cerrada que este la herida solemos recordar
el dolor que nos produjo en ese momento.
Aprendí
a escuchar a mi corazón, a encontrar los verdaderos valores de la vida, a
reconocer errores y principalmente a cumplir sueños o mis metas más preciadas.
Pocos
saben ver el mundo sin amarguras; tampoco es fácil entender el milagro de la
vida; es posible luchar hasta el final por algo en lo que crees, pero a la
final… ¿A que le tememos realmente? ¿Por qué estar atormentados y no ser
capaces de expresarnos?
Vuelta
una analista en busca de comprender más el entorno donde empiezo a dejar de ser
sombra y a convivir sin una máscara, con decepción hacia algunos “ambientes
sociales” que por muy “correctos” aparenten ser, muchas veces se mueven con
acciones negativas sin ver más allá de lo que conocen y observan sus ojos.
Hermoso
es mirar a tu alrededor, encontrar algo inesperado en una persona que hasta
puede romper ese “perfil” perfecto que solemos estar buscando pensando que eso
nos hará felices.
Me
atrevo a decir que conocer algo distinto, empezar a ver el mundo de una manera más
abierta me hizo sentir con gran satisfacción.
Quizás
tengan razón que he crecido como persona, yo no sé si deba opinar pero si sé
que he cambiado y no siento que sea para mal…
La
vida da muchos giros inesperados que te suelen impactar haciéndote creer que
viviste gran parte de tu vida una mentira o una realidad que los demás querían
en ti, a final de todo somos dueños de nuestro propio destino y podemos elegir
ese camino que podría llevarnos a la felicidad.
Al
optar mentalidad a una más positiva todo sucedió en un giro de 360°, empecé a
conocer de verdad a los que estaban a mi alrededor, cambió mucho más mi vida,
era feliz… Y en esas conocí a personas nuevas, entre esas estaba ella.